lunes, 11 de julio de 2016

ETERNIDADES

La muerte no existe
es sólo la materia que se transforma.
Si hoy somos carne
tal vez mañana
flor
roca inmutable
hoja de aguacero
obscuridad de estrellas


Es mentira que sólo se vive una vez
hay otras vidas detrás de cada rostro
otros aconteceres de sol y tinieblas
nuevos amaneceres planetarios 
que se posan en el horizonte.
Sólo hay que saber adaptarse
A otros mundos 
otros besos
otros amores
otros destinos.


Nada desaparece,
la carne se va
pero el recuerdo permanece.
Cada huella queda impresa
en las bibliotecas del cerebro
aflorando a menudo
como marejada de peces en las playas.


De vez en cuando
veo los ojos de mi madre
en la mirada de mi gato.
Siento como caen las palabras de mi padre
al compás del anochecer.
Respiro el olor de la casa que habitábamos
y la sigo soñando bajo las mantas de mi cama.



La memoria tiene su propia vida
su existencia es de ventorral
un delgado puente de golondrinas
cruzando latitudes
y oleajes submarinos.


Cada huella queda impresa
en las bibliotecas del cerebro 
y éste las guarda como cartas
de un correo de provincia.


Como olvidar por ejemplo,
la huella heroica de Ariel
en aquellos tiempos de tortura y desnudez
que con su silencio de tempestad
permitió la continuidad de otras vidas
seguir caminando por los prados del paisaje.


Como olvidar esa conciencia
de acero y pensar profundo
de océano de besos explotando
y posándose en otras sienes.
Como olvidar
a mi amigo
Ariel.






Ariel: Se refiere a Ariel Santibañez Detenido
Desaparecido durante la Dictadura de Pinochet, Chile.





1 comentario:

  1. Fantástico poema amigo y compañero de esta celda sanitaria que el destino nos obligó a compartir. Nostálgica e íntima al más puro estilo lárico de tellier. Un abrazo y felicitaciones

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