Las hojas sonaban en el
patio
la noche mecía los árboles
de la calle
Abrí la puerta
y mis gatos bajaron
desesperados del palto del jardín
con la luna sobre sus cabezas
mojándose a cada trote
hacia la puerta abierta
que los esperaba
como cueva al mar.
Los vidrios de la
cocina
bordaban lágrimas de
aves pasajeras
cuando un silbido de viento Norte
azoto' los ventanales
de mi dormitorio
Mejor me voy a preparar
una taza de té
El invierno ya está
aquí…
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