lunes, 11 de julio de 2016

IMÁGENES

Su pelo era más obscuro
que un jardín de gatos negros.
Su mirada más clara
que un pantano de hielo en la montaña.
Sus manos más tristes
que una lágrima en un espejo.
Su sonrisa,
un abrazo
en un amanecer lluvioso.

2 comentarios:

  1. Una poesía extraordinaria, hace mucho tiempo que no leía algo sencillo y lleno de vida. Donde vives? Me gustaría compartir una vaso de vino contigo, te dejo mi email (jtarride@hotmail.com)

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