jueves, 7 de julio de 2016

BORRACHERA

La noche se hacía lejana
las estrellas parpadeaban en mis ojos
nublados por el humo de cigarros
que todavía respiraba
aún en la interperie blanca
de las plazas y las calles


Las caras deformadas y gigantes
golpeaban mi visión
que volvía repetidamente a mis zapatos
y al mareo de barca sin destino


Los árboles eran mis amigos
me abrazaban como tenazas crepusculares
y me cubrían con mantos nocturnos
para poder desaguar mi  cuerpo tembloroso


Caminé por calles sin destino
 tejiendo trayectorias invisibles
por vías sin sentido
con perros merodeando a mis espaldas
y ladrando en mis oídos


La noche se hacía lejana
y con este viaje tambaleante
de tren sin conductor
solo deseaba poder ver el sol
que se burlaba de mi a cada paso
retardando su presencia ante mis ojos.


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